Crónica de viaje: Un agnístico en Tierra Santa | EL ESPECTADOR

2022-05-21 18:42:58 By : Ms. Camile Jia

Hace algunos meses, Luz Fabiola, mi esposa, y su hermana María Consuelo armaron viaje hacia Egipto esperando estar el 22 de febrero de 2022 en las pirámides. Parece interesante, pero para mí, nada atractivo. Estuvimos con Fabiola hace casi 10 años y, no lo puedo negar, fue un viaje maravilloso; pero que diga que haya sido irrepetible, pues no lo fue. Hasta ahí el llamativo viaje no me convencía y, ahora que lo pienso y que ya estoy en parte del periplo emprendido por ellas, tampoco es que me resulte envidiable.

Sin embargo, por esos días tuvimos una conversación con mis hijos recordando las siete maravillas antiguas de la humanidad, que fue un tema de discusión bastante interesante. Dentro de estas, obviamente, además de las pirámides egipcias, se encuentra el enclave arqueológico de Petra en Jordania, que ya empezaba a sonarme atractivo. Muy pronto ellas deciden incluir en su viaje Israel y Jordania, además de Turquía lugar que, definitivamente, sí me atraía, en especial poder conocer Capadocia. Y empieza entonces la posibilidad de armar mi viaje entorno al de ellas. Decido acompañarlas a Israel y Jordania y dejar que ellas hagan su recorrido por Egipto para unirme en Turquía unos días después. Por ahora, así es que empieza este viaje.

Dentro de los preparativos hay varias cosas que, además de las reservas hoteleras, de viaje, guías y lugares para visitar, hoy en día son fundamentales. La más importante es, sin duda, el tema relacionado con el COVID. Cada país tiene sus propias reglas, pruebas previas de PCR o de antígenos, carnet de vacunación certificada, y toma de muestra a la llegada y cuarentena hasta verificación de resultado son los requisitos para llegar a Israel. Además de llenar un formulario dentro de las 48 horas previas al ingreso al estado israelí que, no lo voy a negar, se iba convirtiendo en pesadilla. El formulario es para adquirir el pasaporte verde, o Green Pass, de ingreso indispensable para abordar vuelo y llegar al país. En el despacho de la aerolínea es necesario presentarlo para el abordaje desde Colombia, luego en la escala de Estambul en conexión hacia Tel Aviv y antes de abordar el siguiente avión lo vuelven a pedir y debe llevarse o bien en físico impreso a color o bien en el celular.

Llenar el formulario parece sencillo pero la ambigüedad de las preguntas de la procedencia del vuelo me hacía caer en el error, con lo cual el sistema me negaba la entrada al país. Ver el cuadro rojo con la frase “Boarding Denied” resultaba desmoralizador. Como recomendación para cualquier viaje no duden en llamar directamente a la embajada o acceder a su página oficial. Por ello y dos días antes del viaje, nos enteramos de que había que tramitar ese formulario. Después de mucho consultar en Internet los requisitos de ingreso la información es imprecisa, ambigua o desactualizada la mayoría de las veces. Durante el tiempo que transcurrió desde la compra de los tiquetes y las reservas hoteleras hasta el momento del abordaje, la frontera de Israel estuvo abierta con restricciones, cerrada, abierta con otras restricciones, cerrada completamente, y por fortuna para nosotros, abierta desde comienzos del año con las restricciones que ya he comentado. No así la de Jordania, dado que en la práctica la frontera entre Israel y Jordania, lugar al que aspiraba llegar, está cerrada para este tipo de turismo. El horario que permanece abierta no permite hacer el recorrido. Así que la visita a Petra y pernoctar en las tiendas de Wadi Rum no será esta vez.

Finalmente, y después de una noche de insomnio, logré entender cómo era la maraña del formulario. Y era muy simple, el formulario pide el último país visitado y el número de vuelo en el que se llega. Y como hay conexión de Estambul a Tel Aviv y cambio de avión y cambio en el número del vuelo, el último país visitado es Turquía para que el vuelo coincida con la procedencia indicada. Además de esto hay que indicar en otra parte del formulario que dentro de los últimos 14 días estuvimos en Colombia; parece fácil ahora que lo escribo, pero no lo fue. Además, piden subir el carnet de vacunación o el código QR dentro del formulario, al subirlo, ya sea en PDF o en foto jpeg, el sistema no lo reconoce. Así que hay que llenar la relación de vacunas y firmar el formulario haciendo constar la verdad. Finalmente, y después de no menos de 15 intentos, logro obtener el Green Pass. Hasta tuve ayuda internacional de un gran amigo la noche del insomnio, quien tenía cercano contacto con alguien de su familia que acababa de ingresar a Israel.

(Puede encontrar más referencias de viajes en nuestra sección Turismo)

Salimos de Bogotá en Turkish Airlines con la sorpresa que Luz Fabiola y Consuelo habían comprado sus tiquetes en primera clase sin ellas haberlo notado, eso sí, buscando la manera de siempre poder embarcar dos maletas en bodega además del equipaje de cabina. Así que decido hacer el ascenso a cabina ejecutiva pagando USD 999. Y solo para el trayecto hasta Estambul que son cerca de 16 horas, incluyendo una escala técnica sin cambio de avión en Panamá. El vuelo y la atención, perfectos; la comodidad, inmejorable, por lo que ya no pesan los dólares invertidos. Y estoy con Fabiola, aunque a decir verdad y gracias a la comodidad de las sillas apenas si cruzamos palabra alguna durante el viaje. Durante la escala en Estambul tuvimos acceso a la sala Lounge de Turkish. La sala es otro nivel de sofisticación y elegancia constituida por salas al estilo de club londinense, otras al estilo turco, otras al estilo americano y por 9 ó 10 estaciones de comida en donde te dan de todo lo imaginable, además de los pasabocas a los que nos tiene acostumbrados Avianca con sus salas de acceso en Colombia. El aeropuerto de Estambul es moderno, amplio y entiendo es el más grande del mundo. Su centro comercial es inmenso y tiene todo tipo de almacenes exclusivos, además de los tradicionales en aeropuertos, y permanece abierto las 24 horas, cosa que comprobaré a mi regreso.

Llegando a Tel Aviv desembarcamos y todo es confuso, desordenado y sin ninguna indicación precisa. Nos enteramos que debemos sacar una boleta azul, la cual se obtiene, o eso creímos, en una estación biométrica antes de inmigración. Esa solicitud no funciona en nuestro caso, por lo que nos toca acudir a un agente migratorio. La fila que se hace es extensa y para nuestra desventura nos retiene los pasaportes. Los pasaportes le son entregados después de esperar 20 minutos a otro agente, y nos hace seguirlo hasta unas improvisadas oficinas justo antes de las garitas de inmigración. Esperamos cerca de dos horas hasta que entendimos que como colombianos debíamos ser entrevistados por un agente o traductor del español. No aceptaban que la entrevista fuera en Inglés por más que viajeros de otros países sí lo pudieran hacer. La carga de ser colombiano aún nos persigue. Espero que nuestra Cancillería tome atenta nota. Algo intimidante, no lo voy a negar. Esto de la seguridad en este país, al menos en la entrada, lo toman muy en serio. Y la seriedad en los rostros, poses y actitudes de cada funcionario es más que innegable. No se escucha ni se les ve el más mínimo asomo de distensión o alegría. Qué diferencia con nuestra cultura, incluso con la norteamericana, en la que de vez en cuando un agente de inmigración te hace algún chiste. Sus oscuros ropajes y comportamiento no dan lugar a dudas: ellos están enfocados en la seguridad. La amabilidad no es su fuerte y supongo que así debe ser.

Una vez llega el traductor solo entrevista a Consuelo, con preguntas sobre a dónde vamos, a qué venimos y principalmente cuándo nos vamos. Así que obtenemos la boleta azul para ingresar a Israel (importante llevarla. Tdo el tiempo será requisito en todos los hoteles y en los establecimientos comerciales para el tema de exoneración de impuestos). Recogemos las maletas que llevan más de tres horas esperando por nosotros. Luego debemos pasar a la toma obligatoria de PCR de la que no se salva nadie viniendo del extranjero. Esta prueba debe pagarse y tiene un costo entre 80 y 100 sequels (100.000 a 125.000 COP). En nuestro caso la hemos cancelado mientras llenábamos el formulario Green Pass por 80 sq. Una vez pagado el importe nos llega a cada correo un código de barras que se presenta junto con el pasaporte para ser presentado en una zona dentro del aeropuerto que bien parece que ha sido abandonada y reutilizada improvisadamente, supongo por tanto cambio de requisito de bioseguridad.

Pueden ser muy seguros en el control de inmigración, pero el desorden, la improvisación y la falta de claridad, además del idioma, son reinantes. El tema del distanciamiento social brilla por su ausencia. Largas filas, amontonamiento de pasajeros, corredores estrechos hacen que sea un contra sentido las medidas de bioseguridad. A propósito, la expresión Distanciamiento Social cada vez me parece más absurda, bien podrían decir separación o distancia corporal, vaya uno a poder cambiar lo que se hizo viral en el mundo con esta expresión. ¡Qué ingenuo! Comparando este aeropuerto con el de Estambul equivale a llegar al de San Andrés Isla desde Bogotá. El aeropuerto es llamado Ben Gurion en honor al primer ministro israelí que proclamó la independencia del Estado en 1948. La historia se la dejo a Diana Uribe, pero si alguna vez pueden leer el libro Éxodo de León Uris, no lo duden. Recuerdo haberlo leído a mis 15 años. ¡¡Apasionante!! Los menos lectores podrán conocer sobre la creación del Estado con la película del mismo nombre con Paul Newman.

Después de haber aterrizado a las 19.35 estamos saliendo a las 23.30 del aeropuerto; nos espera Néstor Feller, nuestro guía personal con quien estaremos los próximos 10 días visitando Israel. Por lo pronto les cuento que Néstor es un argentino afincado en Israel desde hace más de 40 años. Ya tendré tiempo de hablar de él. Son las 6 de la mañana en este momento mientras termino de escribir estas líneas, ya casi, técnicamente, debería despertarme, solo que me he anticipado dos horas.

Aunque no es fácil hacer una relación de los datos históricos recopilados con la información que nos ha entregado Néstor, trataré de resumir algunos puntos que ahora mismo me resultaron interesantes.

Jaffa o Yafo es la ciudad histórica del sector y a partir de la cual se desarrolla la actual y moderna Tel Aviv. Existen evidencias de asentamientos humanos milenarios de Jaffa (7500 AC) y mencionada en la Biblia hacia 1500 AC. Desarrollada como puerto de paso en el Mediterráneo Oriental y habitada por filisteos, árabes y por supuesto judíos tuvo gran auge en la historia prerromana. No quiero entrar en el tema histórico o de cómo fue su evolución sino más bien en algunos datos puntuales que están muy bien referenciados en los Testamentos; Jonás y la ballena, cita del Antiguo Testamento, profeta que es tragado por una ballena y devuelto después de tres días. Una referencia importante sobre la resurrección de Jesús que vuelve a entenderse luego en el Nuevo Testamento con la resurrección de Jesús al tercer día. (Los números impares son importantes en las tres grandes religiones monoteístas). A lo largo de nuestro recorrido se van a identificar la correlación entre algunos hechos narrados en el Antiguo Testamento con los hechos y milagros referenciados por Jesús en el Nuevo Testamento

Pedro, discípulo de Jesús una vez es crucificado, inicia su evangelización precisamente en Yafo. Existe una iglesia moderna (Siglo XIX) erigida en su honor. La historia puede ser muy resumida en cualquier libro de historia y les recomiendo leer rápidamente Wikipedia. En nuestra primera parada aparece la ballena que traga a Jonás en una escultura de la artista Ilana Goor a los pies de su museo y colindante con el museo del recordado Uri Geller, a quien pudimos ver por un instante. Nuestro guía se acercó y trató de contactarlo sin llegar a establecer más allá de un breve saludo. Flaco, alto y en muy buen estado de forma para alguien que ya tiene 76 años. El recorrido por Yafo nos lleva por callejuelas, plazoletas, con esculturas que se debaten entre la modernidad y la historia. Referencias que van desde la Biblia, El Torá y El Corán hasta Napoleón Bonaparte, todo al borde del puerto de Yafo, hoy por hoy, el puerto más antiguo de la humanidad aún en funcionamiento. Puerto, claro está, para pescadores y naves de bajo calado.

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La iglesia de San Pedro ubicada en el sector es custodiada por los franciscanos y en ella vemos, como veremos a lo largo de nuestro viaje, la importancia de los escudos en cada una de las Iglesias cristianas. Cruces armenias, franciscanas, gregorianas, coptas identifican cada una de ellas como logos corporativos. Tampoco debo olvidar las mezquitas y sinagogas que también se encuentran presentes.

La historia de Tel Aviv es en definitiva mucho más reciente, apenas 112 años. Fundada, o más bien terrenos adquiridos por algunas familias judías, en 1909, se levanta al norte de Yafo como puerto comercial.

La zona, y me refiero al actual estado de Israel, Jordania y a Palestina, estuvo bajo el mandato británico desde 1917 hasta la proclamación de la independencia del estado judío en 1948. Hay que recordar entonces el tema de la Liga de las Naciones, la promulgación de un territorio para el pueblo judío y por supuesto la negativa de los árabes al despojo de su territorio para los judíos. La historia es muy reciente y no es difícil leerla en cualquier libro que trate estos temas. Por supuesto, dentro de la comunidad judía hay quienes afirman la necesidad de la creación de un estado palestino (la izquierda), y hay quienes se oponen radicalmente a cualquier asomo de reconocimiento (derecha). El poder político se encuentra hoy en manos de la derecha.

Es importante entender también que el estado de Israel es un estado laico, pero obviamente con gran influencia de la religión judía, sin que esto sea un obstáculo para su desarrollo. El estilo arquitectónico de Tel Aviv es bien interesante, teniendo en cuenta que la arquitectura en su zona céntrica proviene del estilo Bauhaus, escuela creada en Alemania en los años 20 del siglo pasado. Simplicidad en sus formas y funcionalidad son la base de la arquitectura Bauhaus (palabra alemana “Bau” para construcción y “Haus” para casa). Nuevamente les sugiero lean Wikipedia donde encontrarán la información de la importancia de esta arquitectura, no solo en Tel Aviv sino en el mundo, y de la relación histórica de cómo este estilo fue repudiado por el nazismo antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy la Ciudad Blanca, como se llama este sector en Tel Aviv, es patrimonio de la humanidad.

La ciudad de Tel Aviv es muy moderna en sus edificios, calles y avenidas, parques, muelles. El malecón de la playa, que hoy pudimos caminar, nos muestra una ciudad muy integrada a la comodidad y a los espacios de recreación sin dejar la sorpresa de algunas pruebas de la influencia religiosa como es el balneario para el entretenimiento de hombres y mujeres fundamentalistas. Hay un sector de la playa al cual pueden acudir los hombres los lunes, miércoles y viernes; las mujeres, domingos, martes y jueves. Curioso mencionar el tema del viernes, al cual tiene derecho el hombre y no la mujer; ese día la mujer debe estar ajustando los preparativos de su Sabbath. No deja de sorprender que en una parte de esta sociedad fundamentalista judía es la mujer quien trabaja, cuida de los hijos, cuida del hogar y del marido mientras este solo se dedica al estudio del Torá y sus 613 mandamientos. Les recomiendo la mini serie Poco Ortodoxa en Netflix .

Tal y como supongo veremos a partir del fin de semana en Jerusalem, la convivencia de las comunidades judía e islámica, que representan la mayoría de los habitantes de Tel Aviv-Yafo, es pacífica y, diría yo, armónica y con total respeto. En sus calles se ven principalmente judíos estudiosos y profundizando en los 613 preceptos que dan origen a su religión. Y en verdad se la pasan estudiando. Curioso lo de los 613 mandamientos, a diferencia de los 10 del cristianismo; de allí la evolución tan rápida de la religión bajo la cual fuimos educados. Y 613 son las semillas que se encuentran en la granada, fruta sagrada del judaísmo. (No voy que entrar a verificar la realidad de esta afirmación ni mucho menos comprar una fruta y contar los granos).

Palestina, Cisjordania, la franja de Gaza están bajo la ocupación israelí. Suena un poco extraño que la aceptación por parte de la comunidad internacional a esta ocupación sea bien vista. Sin embargo, para entender la situación tendríamos que remontarnos a la guerra de seis días acaecida en junio de 1967, en la que, contra todos los pronósticos, Israel venció a las naciones árabes (Egipto, Siria y Jordania). Israel, pues, se hace al actual territorio en conflicto. A partir de allí han surgido eventos de los que hemos sido testigos, la misma guerra de los 6 días, la paz entre árabes e israelíes, el asesinato de Anwar El Sadat (por la firma del tratado de paz en Camp David con Menajem Beguin), el asesinato del primer ministro israelí Isaac Rabin por un fanático judío en el centro de Tel Aviv, precisamente durante un homenaje que el pueblo le hacía y justo después de haber terminado de cantar La Canción para La Paz.

Nuestra vida, nuestra sociedad, ha estado muy relacionada y de alguna manera influenciada no solo por la historia bíblica, nuestra educación y creencias, sino por los acontecimientos que se desarrollan en esta parte pequeña y árida del mundo. Israel, a fin de cuentas, cuenta con un tamaño territorial igual al del Valle del Cauca. Y por supuesto, no con la fertilidad del Valle.

Tal y como mencionaba ayer sobre la seriedad de los funcionarios del aeropuerto, debo agregar que no estamos precisamente bajo la calidez de los países tropicales o de la alegría de nuestros costeños. La seriedad en el trabajo adonde vaya, o donde uno esté, bien puede confundirse con grosería. Dentro del hotel los empleados ni siquiera intentan fijar su mirada ante el cliente. La diferencia con el personal de cualquier hotel en nuestro continente es de tal magnitud que resulta extraño no recibir un Good Morning o un Shalom cuando uno está ante ellos. Es difícil establecer un contacto rápido. Y esto no quiere decir que sean descorteses o groseros; no, son así, es una cultura diferente.

Por último, debo agregar que me sorprende y me gusta observar que no hay la más mínima presencia de policías. La seguridad ciudadana es de tal magnitud que no se hace necesaria. Vaya a saber qué fue primero, si el huevo o la gallina, para este caso.

Recorremos el Bazar de Yafo y el mercado del Carmelo, donde almorzamos con plato de cordero y postre.

Por la noche vamos al malecón y, ante un buen plato de comida y un vino de la casa en el bar Greco, celebramos nuestro primer día.

Queda la tarea para mí y para quienes lean estas líneas el tema de la gentrificación, puesta de manifiesto en Yafo.

Néstor nos recoge bien puntual a las 9 am. La seguridad y confianza, y por encima de todo la amabilidad y conocimientos, nos sorprende gratamente, y como lo he dicho, la amabilidad no parece ser epidemia en Israel. Por supuesto es latinoamericano, de adopción y nacimiento. Es descendiente de judíos rusos y polacos y aunque en las películas del Holocausto y de la Segunda Guerra Mundial se conoce de familias enteras exterminadas por Hitler y su nazismo, me resulta extraño oír su relato. La familia de su abuelo, con la excepción de él y su esposa que pudieron embarcar y huir de la persecución en uno de los pocos tantos barcos que lograron zarpar en la abominable guerra, todos los demás perecieron en el Holocausto. Personalmente nunca conocí a alguien que de primera mano me diera una versión directa. Quizás tuve amigos que he apreciado mucho, pero con los cuales jamás he llegado a preguntar por sus orígenes o el de sus familias.

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Sus padres ya nacieron en Argentina por lo que no tiene a nadie más que a sus hermanos como única familia, además de su padre que aún vive. Todos ellos viven a lo largo y poco ancho de Israel. Néstor es guía turístico certificado y con esto del COVID fue indudablemente afectado. El gobierno le ayudó algunos meses con subsidio por lo que posteriormente condujo un autobús como medio de subsistencia. Su esposa trabaja en la parte administrativa de la Universidad de Tel Aviv y está encargada de los convenios de préstamos y becas internacionales, nacida en Venezuela criada en Perú y radicada en Israel.

Saliendo de Tel Aviv cruzamos el río Yarkon y, sobre un tanque de agua municipal, se puede observar una escultura del periodista judío Herzl --de ahí el nombre de la ciudad--, fundador del sionismo político moderno. Visionario de un país para el pueblo judío, pronostica y acierta sobre que en 50 años existirá un Estado para los judíos. Sugiero leer sobre el caso de Dreyfus, militar judío francés que tiene mucha relación con Herzl: su encarcelamiento por traición a Francia, su juicio, su degradación y posterior restitución de sus insignias marcan una relación con él periodista.

Ciudad erigida como puerto marítimo por Herodes El Grande en el año 22 antes de Cristo. Herodes, no confundir con su hijo Herodes Antipas, quien es precursor y determinador de la muerte de Juan Bautista y de Jesús, fue ante todo arquitecto y fiel seguidor y adulador de los dos primeros Césares del Imperio romano: Julio César y luego de Octavio, llamado posteriormente Augusto debido a la época dorada del Imperio.

Herodes El Grande es asignado como prefecto de la región de Judea y posteriormente vuelve a Roma y le pide a Julio César ser nombrado como Rey, a lo cual el César accede. A la muerte de César (asesinado por Bruto), asciende al trono Octavio. Herodes regresa a Roma y pone a disposición de Octavio literalmente su propia cabeza, no sin antes manifestar que será tan leal con su nuevo Emperador como lo fue con César. Octavio ve con buenos ojos la continuidad de Herodes en Judea y este en su honor levanta cesarea, una ciudad que contaría pocos años después con teatro, puerto, anfiteatro, hipódromo y un impresionante acueducto romano que abastece la ciudad desde el Monte el Carmelo, además de la imponente ciudad que se desarrolla.

La visión de ciudad y puerto que levanta lo elevan a la máxima figura como urbanista y arquitecto.

Como dato histórico, después de Octavio (Augusto) asciende al trono su hijastro Tiberio, quien es el emperador durante toda la vida de Jesús.

Existe en Cesarea una prueba irrefutable de la presencia en este lugar del procurador Romano Poncio[1] Pilatos por una inscripción en piedra con su cargo y nombre. Así damos inicio al recorrido de la Tierra Santa en la tierra de Jesús, de su vida, obra y milagros.

Posteriormente nos dirigimos a Haifa, ciudad construida en el Monte Carmelo, con un imponente puerto comercial en el Mediterráneo. En Haifa intentamos visitar, sin éxito, el convento de las Carmelitas, cuyo nombre de la congregación es derivado precisamente del monte Carmelo.

Luego pasamos por los imponentes Jardines persas también conocidos como las terrazas de la Fe Bahai o jardines colgantes de Haifa. Situados alrededor del Santuario del templo Bab en el monte Carmelo, descritos a menudo como la octava maravilla del mundo moderno. Faltan las palabras para describir la belleza, la delicadeza y la imponencia. No por algo es uno de los lugares más visitados en Israel.

La fe bahai, o bahaismo, es también una religión monoteísta cuyos fieles siguen las enseñanzas de Baha’u’llah, su profeta y fundador y quien es considerado por sus seguidores la manifestación de Dios en el tercer milenio.

Así como Jesús lo fue en el primer milenio, Mahoma en el segundo, Baha’u’llah sus seguidores han dispuesto esta nueva religión para enfrentar el tercer milenio. Precepto principal de esta religión, que ha empezado a obtener muchos seguidores, además de la adoración de Dios, es tratar de hacer del mundo un lugar mejor. El profeta Bah Baha’u’llah nace en Teherán en 1817 y fallece por muerte natural en Acre en 1892.

Por lo tanto, es una religión moderna con templos en USA, Australia, Panamá, Chile, Uganda, Samoa e India además de estos imponentes jardines.

A la hora del almuerzo buscamos un restaurante típico del ciudadano común israelí. Pedimos lo que en nuestro país denominamos un corrientazo, plato llamado Shawarma que se prepara cortando finas rebanadas de carne apiladas en forma de cono y asadas en un asador vertical. Este corrientazo tiene un costo de 40 sequels lo que equivale a 50.000 pesos colombianos. Esto equivale a U$ 12.50 lo que en la práctica es incluso más costoso que un Combo Big Mac en McDonald’s.

Hacia las 2:30 p.m. llegamos a Nazareth, lugar donde creció y vivió Jesús sus primeros 12 años. Allí se encuentra la Iglesia de la Anunciación y Encarnación de María, lugar donde el arcángel Gabriel comunica a María la decisión de Dios de ser la madre de su hijo. Entramos en la iglesia, en la que en su exterior se observan mosaicos que representan las vírgenes Marías de diversas partes del mundo. La Virgen que representa a Colombia es Nuestra Señora de Chiquinquirá, mosaico que en principio no encontramos. Se encuentran las de países sudamericanos como Ecuador, Paraguay, Chile, Brasil, Uruguay, quizás algún otro que ahora mismo escapa a mi memoria.

He enviado algunas imágenes a mis compañeros de colegio y alguno me ha manifestado sobre la entronización de nuestra señora. Finalmente la encontramos en la zona exterior. Dentro de la nave principal se encuentran algo así como 20 Marías. Entre las que recuerdo están la de México, Italia, Japón, Venezuela (imagen ya retirada, pero con su leyenda), China y nuevamente Brasil con una dimensión significativa todas ellas e instaladas entre cada una de las columnas de la iglesia. Como quién dice, no clasificamos a la final, cualquier parecido con nuestra actual selección de futbol es pura coincidencia.

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Justo al lado de la Iglesia de la Anunciación se encuentre el altar dedicado a san José. Hay que recordar que José desaparece de la vida de Jesús cuando este tiene 12 años. Precisamente cuando Jesús inicia su vida pública y le hace entender a José que su verdadero padre está en los cielos. A partir de este momento no hay más menciones de José en ningún escrito evangélico. El altar de san José está levantado en donde la sagrada familia habitó.

Salimos de Nazareth, una ciudad eminentemente árabe y principalmente musulmana. Solo un 20 % es árabe cristiana y muy poca población judía.

Cerca de 40 minutos después llegamos a Tiberias, o Tiberíades, y nos alojamos en el hotel Rey Solomon. No encontramos nuestra reserva para el 9 de febrero; buscando, la teníamos para el 9 de marzo, pero la fortuna, esa que aún no nos había encontrado, aparece en forma de colombiana, Marion, quien nos recibe con ese encantador acento bogotano, nos soluciona y nos da la mejor ubicación y cuarto del hotel. Marion es la administradora del hotel y vive hace 30 años en Tiberias. Salimos a comer algo, encontramos sushi y compramos algún vinito en el supermercado cercano. La lluvia empieza a acompañarnos.

Salimos de Tiberias, o Tiberíades, ciudad construida por Herodes Antipas, cómo no, en honor de Tiberio (¿recuerdan el Tíber en Roma?). La ciudad es predominantemente habitada en la actualidad por la comunidad judía ortodoxa, en la cual, como les dije antes, el padre familiar solo se dedica al estudio de la Torá. Las madres trabajan y se encargan de los hijos y del hogar, por lo que generalmente son hogares pobres, no pagan impuestos y las grandes decisiones y por supuesto algo de ayuda financiera provienen de su rabino y de la misma comunidad. Por lo tanto, es una ciudad que podría dar mucho más y tener mayor desarrollo. Es evidente que como sitio turístico fue, y aún está, muy afectada por la pandemia. Hoteles construidos después del año 1970. No nos queda duda de la gran posibilidad que aún tiene la ciudad. Grandes hoteles con una hermosa vista al mar de Galilea nos advierten de la situación de deterioro que hoy vive Tiberias por estos últimos dos años. Sin embargo, no es un obstáculo para un cómodo alojamiento.

Por fin pudimos degustar los huevos Shakshuca, además de un opíparo desayuno constituido por quesos de diversa índole, lácteos en general, granos, frutos secos y ensalada. Es muy importante entender que como tradición judía no se puede comer al mismo tiempo derivados lácteos con carne, parte de las reglas kosher. En alguna parte de su libro sagrado se refiere a no comerás la carne que tenga contacto con la leche y viceversa, que bien se puede entender que no sacrificarás animales que aún lacten y a la madre que esté lactando. Como tampoco animales que tengan pezuña partida como el cerdo y el conejo, así como algunas otras reglas en el sacrificio y preparación de los alimentos.

No todos los judíos son estrictos en estas reglas, así que no es difícil observarlos comiendo todo tipo de alimentos. El tema con los ortodoxos es otro cuento.

Al fondo del paisaje y del otro lado del mar de Galilea se pueden observar los altos del Golán, de relevante importancia en la guerra de los 6 día,s toda vez que allí se libró la guerra en la que Israel hace suyos algunos territorios del Líbano y la totalidad de Jerusalem, guerra ya mencionada en estos relatos.

Salimos de Tiberias y nos dirigimos al monte de las Bienaventuranzas, o monte de las Beatitudes, en donde se erige un convento manejado por monjas franciscanas. Los franciscanos en Israel representan la mayor comunidad católica.

Allí se recuerda el discurso de Jesús sobre el tema de las bienaventuranzas. EI templo está construido en forma octogonal como símbolo de las ocho beatitudes. Aparece ante nuestros pies un espectacular mosaico nilótico.

Luego visitamos el lugar que conmemora el milagro de los panes y los peces, lugar custodiado por la comunidad alemana de monjes benedictinos. Una pileta con algunos pececillos ornamentales y su fuente identifican el lugar.

Salimos para la iglesia de San Pedro y podemos observar la Mensa Christi o la última mesa en donde Jesús le pide a Pedro que sobre esa piedra construya su iglesia. Situada al borde del mar de Galilea, observamos muelles reconstruidos en donde muy seguramente atracaban las barcas pesqueras.

Hay que recordar que buena parte de la vida Pública de Jesús discurre teniendo como telón de fondo el mar de Galilea.

Ya del tema de los milagros nos debemos remontar a los evangelios. Vale la pena recordar siempre la conexión entre los sucesos narrados en el Antiguo Testamento. Moisés, el mar rojo, el maná correlacionan los milagros de Jesús de los panes y los peces y el milagro del vino en las bodas de Canaán.

Entramos a Cafarnaum, la ciudad donde vivió Jesús, y nuevamente nos encontramos con una iglesia levantada sobre las ruinas del hogar de Jesús, custodiada por monjes franciscanos. A la entrada del templo, que está enclavado sobre las ruinas de la ciudad, se observa la Cruz de Jerusalem.

Nos dirigimos luego a Magdala, la ciudad de María de Magdala, María Magdalena. El sitio de atracción es el Hotel Magdala. Hace no más de diez años, los Legionarios de Cristo adquirieron un terreno para construir un hotel para sus seguidores y peregrinos. Al iniciar su construcción encontraron algunos indicios arqueológicos que hacen detener su construcción, lo que aparentemente conlleva un grave perjuicio para el proyecto. Lo que parece representar un inconveniente se convierte entonces en el más importante descubrimiento arqueológico de Cafarnaum y del mar de Galilea. Con total seguridad allí vivió María Magdalena y, por supuesto, debió al menos transitar Jesús.

La sinagoga encontrada es la máxima representación de un lugar histórico que, aunque se encuentra en ruinas, está intacto en lo relacionado con las reconstrucciones que, como en gran parte de los lugares que luego visitaremos en Jerusalem, se encuentran reconstruidas con el paso de los diversos actores a lo largo de estos 2000 años. Por lo tanto, es un lugar histórico importante para el judaísmo e histórico y religioso para el cristianismo. Como quien dice, a los Legionarios se les apareció la Virgen.

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En el lugar construyen un templo dedicado a las mujeres dando mucho énfasis a las mujeres que acompañan a Jesús en vida, su madre María, María Magdalena, las hermanas de Lázaro, entre otras pocas más, son representadas en cada una de las columnas y una de ellas sin inscripción alguna, que corresponde a todas y cada una de las mujeres de la tierra. Con hermosos altares que, desde adentro de la Iglesia, le dan continuidad a la vista panorámica del lugar. El altar mayor corresponde a una barca de proporciones reales que, acompañada de un piso de mármol de color verde azulado, le dan una continuidad perfecta al mar de Galilea que se encuentra detrás de la Iglesia. Parece en realidad como si la barca estuviera navegando. El lugar es llamado Duc in Altum --Rema mar adentro--, palabras de Jesús cuando sus discípulos no conseguían pesca.

Otro altar menor que recuerda a Talita, hija de Jairo, que es, junto con Lázaro de Betania y el hijo de la viuda de Naín, una de las tres personas resurrectas. Ocurre precisamente en Magdala

Almorzamos en un lugar lujoso y elegante (Restaurante Magdalena) y degustamos el Pez de Pedro, que no es otra cosa que una tilapia muy bien preparada.

Antes de reiniciar nuestro viaje hacia Jerusalem pasamos por el nacimiento del río Jordán en el mar de Galilea. El Jordán es un río engañado, nace en un mar que no es mar y desemboca en un mar que tampoco es mar. Su nacimiento hoy está por debajo de 200 m.s.n.m. y desemboca en el mar muerto que está 400 metros por debajo. Y digo nacimiento porque ya es un río controlado a la salida del mar de Galilea. A partir de allí, el río recorre cerca de 250 kms hasta llegar al Mar Muerto. Nos bajamos en un sitio llamado Jardenit y vemos creyentes renovando su fe bautismal sumergiéndose en sus aguas, recordando el bautizo de Jesús por su primo Juan El Bautista. Mojamos con algo de agua nuestra cabeza; aunque no soy creyente, tampoco soy de piedra. La tradición católica ha sido parte de mi cultura. No voy ahora a hacerme el dogmático; si así fuera, tampoco hubiera venido.

Volviendo a las tierras del Golán, sugiero vean la historia del espía Israelí Eli Cohen, quien influye decisivamente para que Israel ataque y gane los territorios. Notamos gratamente la alegría de nuestro guía saludando colegas; se nota que de a poco están volviendo con su trabajo. Han sido para ellos, sin duda, tiempos muy difíciles estos dos largos años. Aunque no entendemos nada de lo que hablan, la alegría con otros colegas y con los trabajadores del lugar denota un rostro expresivo que ya nos estaba haciendo falta, no por Néstor, sino en general por los israelíes y árabes que responden por los sitos de interés.

Continuando la ruta hacia Jerusalem, podemos observar los cultivos de mango, plátano, dátiles y olivares, entre otros, desarrollados bajo técnicas de máxima utilización. Para nosotros es muy fácil identificar los cultivos intensificados de mango y plátano, tan comunes en el trópico, con distancias entre árboles que no superan los dos metros entre sí, como tampoco los dos metros de altura. Las técnicas de riego por goteo, ideadas y desarrolladas por Israel, le dan una productividad increíble.

Más adelante observamos paisajes literalmente bíblicos, pastores con sus rebaños guiando a sus ovejas por zonas rocosas semidesérticas con su suave cayado, me hacen recordar la Biblia que había en casa de mis padres, en la que se encuentran fotos y fotomontajes del sector.

Ya en los extramuros de Jerusalem, se pueden ver a lado y lado de la carretera asentamientos beduinos, que para nosotros son simples tugurios, pero en este caso y teniendo en cuenta que su tradición es nómada, corresponden a su estilo de vida. Es tanta la diferencia entre su hábitat y el nuestro que ya de por sí son una atracción turística.

Lo primero que impacta es el tipo de construcción y por supuesto de arquitectura, todo en piedra de color arena. Así como pudimos observar en Tiberias construcciones con roca negra basáltica volcánica, Jerusalem tiene el color del desierto.

Jerusalem, cuya fundación data de 1700 años antes de Cristo, arrasada, reconstruida, vuelta a ser destruida y nuevamente levantada una y otra vez, ha visto pasar babilonios, judíos, romanos, bizantinos, árabes, cristianos, cristianos cruzados, protestantes, armenios, griegos ortodoxos, otomanos y en ese lapso musulmanes y ahora judíos, musulmanes sunitas, chiitas, judíos ortodoxos, judíos mesiánicos. Y tres sudamericanos ávidos de conocer y recordar algo de la historia aprendida. No por algo llegó a ser el centro de la humanidad.

Entramos por la puerta de Yafo, hacemos el recorrido de las murallas reconstruidas por el rey otomano Solimán El magnífico, en el siglo XVI, quien es engañado por los contratistas encargados de la reconstrucción de las murallas. Las murallas reconstruidas abarcan menos área de la original por lo que Solimán al enterarse decapita a los arquitectos. Sus tumbas están a la entrada de la puerta de Yafo.

La historia de Jerusalem como ciudad y como cultura ha sido motivo de cientos de libros, descrita de un modo y otro por judíos, romanos, bizantinos, árabes, cruzados, otomanos y más recientemente por británicos y, no sería de otra cosa, por el periodismo internacional en los más recientes años y tengan la seguridad que continuará escribiendo su propia historia.

Israel, después de la guerra de los 6 días en 1967, asume el control total de Jerusalem, que en un principio por la ONU la había propuesto, y así se había convenido, como una ciudad internacional. Los israelíes aceptan mientras que los árabes no. Luego de la guerra del 67, Israel toma el control y ocupa el territorio de la franja de Gaza. Hoy en día, de algún modo, los países vecinos Jordania, Siria y Egipto han firmado la paz, que por el momento parece estable. Hoy el único conflicto preocupante es con Irán. Como uno puede deducir, el único problema con el que tienen que convivir, además de Irán, es el tema palestino. Tanto es así que los mismos árabes les dieron la espalda a los palestinos. En algún momento Israel propuso la entrega de los territorios palestinos como parte de los acuerdos de paz. La respuesta de los árabes fue tajante: ¡Quédate con ese problema y firmemos ya!

Hicimos una visita extensa a la Iglesia del Santo Sepulcro, construida inicialmente por santa Helena o Helena de Constantinopla, madre de Constantino I, convertido al cristianismo por ella, quien declara oficialmente la religión católica, siendo este un hecho trascendental, no solo por lo inesperado, sino por las consecuencias y desarrollo de la cristiandad que aún la define como una, si no lo más extensa, de las religiones en el mundo.

Llama la atención la importancia de la Iglesia Armenia Ortodoxa toda vez que es el primer lugar en Europa que abraza la fe cristiana, como también lo sería Etiopía en África. Los encargados de la Iglesia del Santo Sepulcro son los católicos franciscanos en las primeras dos horas del día y de allí en adelante son los griegos ortodoxos que se encargan de su custodia. Sin embargo, también en el lugar hay presencia de armenios, coptos etíopes y africanos.

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Tenemos la suerte que no hay turistas por lo que entrar al Santo Sepulcro nos toma solo 10 minutos. En tiempos normales suele tomarse más de medio día visitarlo. Las personas que están adelante nuestro, en su mayoría latinos, sin duda, están afectados por el alto contenido emotivo de la visita al lugar. Rezan y más de uno llora de la emoción.

Es viernes y se empieza a notar que calles y comercios empiezan a cerrar preparando el Sabbath, recordando que Jerusalem es una ciudad con inmensa mayoría judía.

La religión judía, a diferencia del cristianismo y del islamismo, no es una religión de carácter misionero ni pretende, ni lo ha pretendido desde los tiempos del Rey David, fundador de la religión, convertir a nadie.

Jerusalem, cuna del judaísmo desde los tiempos del Rey David, ha sido testigo de las tribus israelíes, hasta que en el siglo I antes de nuestra era llega el imperio romano, luego pasa a manos del Imperio Bizantino, luego al Otomano, hasta que con la caída de este imperio llegan los británicos con su mandato. Luego de la guerra de la independencia, Israel se convierte en Estado, guerra que acelera el retiro de los británicos, que ya de algún modo pensaban retirar su mandato.

Nuestra siguiente parada es visitar la tumba del Rey David, sitio sagrado del pueblo judío. Allí podemos constatar la devoción expresada por los judíos ortodoxos que como lo hemos mencionado y lo seguiremos mencionando no tienen nada más que hacer. Para entrar debo por respeto colocarme el Kipá, sombrero circular sin alas para la coronilla. Importante conservarlo para más adelante visitar otros lugares

Almorzamos en el mercado comida típica del Medio Oriente. Humus con carne y con habas, ensaladas, pan y jugo de Granada

Continuamos nuestro recorrido saliendo por la puerta de Zion en dirección al monte del mismo nombre, que después de la reconstrucción de los muros por parte de los corruptos arquitectos de Solimán el Grande ha quedado por fuera de la ciudad.

Ha aparecido la primera estrella en la noche del viernes, el silencio fruto del recogimiento religioso es total, un silencio ensordecedor diría yo, se ha dado inicio al Sabbath.

Ante la tumba del Rey David. La devoción de los judíos ortodoxos expresada con cada parte de su cuerpo es máxima, se mueven, hablan, tocan y lloran para conmover a su Dios

Pintura que trata de recrear como era la Jerusalem en tiempos de Jesús y su conexión con el mundo de hoy. Vean el niño abajo a la derecha

Es viernes el comercio empieza a cerrar desde muy temprano sus negocios, Va a iniciar el Sabbath

No bien bajamos al lobby del edificio en el que estamos, observamos que el ascensor que solemos usar estaba deshabilitado. Nos tocó tomar otro. Vimos algún letrero que acompaña al número de piso en hebreo, que por supuesto no entendemos. Nuestro guía nos aclara la situación. Debido al Sabbath algunos sistemas eléctricos o electrónicos quedan deshabilitados y esos letreros avisan al usuario que está deshabilitado. Claro que hecha la ley hecha la trampa. Sencillamente hay que tomar el otro ascensor.

Salimos para el Monte de los Olivos y visitamos la Capilla de la Ascensión de Jesús y la Iglesia del Pater Noster en donde se encuentra el Padre Nuestro en más de 200 idiomas o dialectos diferentes, custodiado por monjas carmelitas francesas.

Observamos, desde los extramuros de Jerusalem, sus imponentes murallas y la ciudad en sí misma y recorremos parte del cementerio judío. Es impresionante el tamaño y disposición de las tumbas cuyos pies están en dirección del templo de Jerusalem, que en la actualidad lo ocupan la mezquita lejana y el templo de la Roca Dorada. Esta mezquita es el tercer lugar más importante del islamismo, solo superada por La Meca, en donde se encuentra la mezquita cercana ,y Medina. Ya del tema de cómo el profeta Muhammad, o Mahoma, sube al cielo y regresa en su caballo Burak es otro cuento.

Vistamos la Iglesia del Dominus Flevit, donde Jesús llora ante su propia premonición de la destrucción de su ciudad amada. Y emprendemos camino a Belén, separada por unos 5 o 6 kms de donde estamos.

Estamos entrando a territorio palestino. Los corredores de entrada desde Israel hacia Belén son, o al menos parecen ser, recorridos diseñados para intimidar a la gente que ingresa a Palestina; recordemos que Palestina es un estado no reconocido por la gran mayoría de países occidentales, no así por los estados árabes que sí lo reconocen. No goza de soberanía en términos prácticos, no posee un pasaporte propio por lo que el desplazamiento de los palestinos hacia los diversos países tiene que ser vía Jordania, que les da a ellos un reconocimiento como jordanos. Israel controla y a su vez deja en libertad al pueblo palestino el manejo de su seguridad interna. No deja de ser extraño. Lo ocupan, pero los dejan hacer su voluntad. Nuestra primera impresión es efectivamente la de un lugar pobre, la de un país (perdonarán si le doy el status de país, no quiero meterme en problemas), que está atrasado respecto a lo que hemos visto en Israel, incluso en comparación con sus zonas pobres.

Bethlehem es el compuesto de dos palabras, Beth que es casa y Lehem que en árabe significa pan y en hebreo carne. El simbolismo es trascendental. La casa donde Dios se hace carne, simbolismo con el pan y la última cena sobre su cuerpo. No podía ser de otro modo, era el sitio en el que según la tradición bíblica Jesús debía nacer. La situación de Palestina e Israel es de total paz, como colombiano pienso: ojalá tuviéramos esa guerra. No se ven asomos de mala interacción en la frontera. Sin embargo, sí existe un muro de 12 metros de altura que divide el territorio con Israel. Los israelíes no pueden pasar mientras que los palestinos, árabes musulmanes y árabes cristianos pueden pasar a Israel con un permiso especial.

Cambiamos de guía. Néstor, por ser israelí, no puede entrar, y nos recibe Jesús Hasbún, que dice tener familia en Colombia. Él es árabe cristiano brasileño, hijo de brasileño y madre bethlemita palestina. Dice que parte de su familia vive en Barranquilla. Por fortuna no sabe nada del Hasbún que fue acusado injustamente por las fuerzas del Estado sobre el magnicidio de Luis Carlos Galán. Nos muestra la atracción principal que es la iglesia de Bethlehem, construida sobre lo que fue el sitio de nacimiento de Jesús y el pesebre.

Es una iglesia afectada por cada imperio que pasó. Inicialmente construida por Helena de Constantinopla (santa Helena) en el siglo IV, fue derribada por los imperios que llegaron a continuación, cruzados, otomanos, árabes cristianos. La iglesia consta de tres altares o iglesias menores dentro de la que sobresale la iglesia griega ortodoxa con su altar iconostasio en donde el sacerdote ofrece una misa sin que los feligreses lo puedan observar. Otro altar, este el más pequeño de todos, corresponde a la iglesia armenia ortodoxa, y una nave menor a la principal corresponde a la iglesia católica, dirigida por la comunidad franciscana, quienes además dirigen las escuelas para niños y niñas aledañas, en la que estudia la comunidad árabe cristiana. Incluso apenas saliendo de la Iglesia tienen un hotel para peregrinos.

Después degustamos un suculento almuerzo en un restaurante en el que estábamos no más de 50 comensales, para un recinto que puede perfectamente albergar 300. El turismo en su economía es de primera importancia, por lo que la pandemia también los ha afectado.

Finalmente, en Bethlehem pasamos por una cooperativa que no es otra cosa que un negocio en donde los artesanos del lugar venden sus productos. Casi que es una compra obligada.

Pasamos por la Basílica de Getsemaní. Getsemaní, cuyo significado es el lugar donde se extrae el aceite de oliva al prensarlo. Se ven muchos olivares en todo el sector, que no pudimos terminar de recorrer dado que cierran al mediodía.

Recorremos el barrio Mea Shearim, un barrio ultraortodoxo judío en Jerusalem. No deberíamos pasar en teoría, no hay posibilidad de fotos. Es una comunidad que vive exactamente como antes de la Segunda Guerra Mundial; para ellos el tiempo se detuvo al menos 100 años. Pasamos por sitios que muy posiblemente fueron el fiel reflejo de las calles de Polonia en la preguerra, no usan Internet, dependen totalmente del Estado israelí, aunque no creen en él y no creen en Israel como nación, porque ellos sólo esperan la llegada del mesías para que les dé su tierra prometida. No tienen comunicaciones salvo pancartas y carteles que se exhiben en las paredes de las viviendas, con los cuales se comunican entre sí. La comunidad es una sociedad de mutua ayuda. Precisamente por la dedicación del estudio de los hombres a la Torá y la dedicación de las mujeres al hogar y los hijos, la posibilidad de estudios para ellos es prácticamente ninguna, no saben sino su lengua y solamente dependen de lo que su rabino les comunique o les diga; se casan entre ellos, para lo cual hay inspectores especializados en verificar las conexiones familiares y las posibilidades de unión matrimonial, por lo que no se casan por amor; el amor, si viene, vendrá después. Muchos jóvenes se rebelan y salen a los 15 ó 16 años a conocer el mundo y si se encuentran con algo que no pueden controlar, muchos de ellos terminan suicidándose.

En nuestro recorrido por el Barrio de Mea Shearim, vivimos una situación un poco extraña; nos ven con cautela y de reojo. Por fortuna llevo mi Kipá y, con mi barba, parezco un judío más. Sin embargo, esa condición mía es como si se tratara de un judío del común lo que tampoco está muy bien visto. Según Néstor, recibimos un par de insultos algo así como que somos basura. Como dice un amigo, el que nada sabe nada teme. El Sabbath está próximo a terminar y vemos muchos judíos ortodoxos desplazándose para su rezo final. Las mujeres entre ellas, y con ellas sus hijos, estos perfectamente uniformados por familia, que indican que pertenecen a una misma familia. Las familias pueden tener de 6 a 12 hijos y la falta de educación y control pronto será un problema para el estado de Israel. Lo que hace pocos años era una minoría, hoy representa más del 12 % de la población de Israel. Al no trabajar, no generan impuestos, por lo que muy pronto el estado tendrá que enfrentar a estos ortodoxos. Nuestro recorrido guiado ha concluido. En unos minutos y a partir de que aparezca la primera estrella volverá la normalidad y con ella nosotros saldremos a la Calle Yafo. ¡Ha terminado el Sabbath!

Nuestra primera parada es para adentrarnos ligeramente en el desierto de Judea, y contemplamos el monasterio de San Jorge de Coziba, construido en una de las laderas del Valle de Las Sombras, lugar por el que necesariamente transitaban de Jerusalem a Jericó en tiempos prebíblicos.

Unos 12 kms descendiendo en dirección de Jericó llegamos al nivel del mar. De allí en adelante y debido al comportamiento de las placas teutónicas de la tierra se encontrará una depresión que llega en su orilla a 420 metros por debajo del mar. El mar tiene otros 400 metros de profundidad por lo que lo hace el sitio más profundo del planeta en tierra firme. El mar viene perdiendo más de 1 metro por año debido a la utilización de las aguas del río Jordán y al efecto climático.

Llegamos a Jericó, la ciudad de la luna. Es la ciudad más antigua de la humanidad que aún se mantiene en pie, con más de 10.000 años de antigüedad; está por debajo 290 m del nivel del mar y es por eso la ciudad más baja de la tierra, el orgullo turístico que inequívocamente promueven. A primer vistazo me hace acordar de Maicao. Jericó además es una zona de casas de recreo para el invierno de los pudientes de Jerusalem. Es territorio ocupado y a la entrada hay un letrero advirtiendo al ciudadano israelí que ingresa bajo su propio riesgo.

Nos dirigimos al Monte de la Tentación, en donde se encuentra un monasterio de monjes griegos ortodoxos, y como atracción turística también se observa un telesférico.

De allí salimos para visitar el palacio de Hisham, reconstruido gracias a la financiación de varios países, Japón, Italia y USA son los que puedo recordar. Con su mezquita y baños reconstruidos recientemente luce hermosos mosaicos originales que datan del siglo XIII. Imperio bizantino.

Recordamos entonces el crecimiento del islamismo a partir de la muerte del profeta Mahoma. Al cristianismo le tardó entre tres y cuatro siglos después de la crucifixión de Jesús en expandirse mientras que al islamismo le tomó solamente seis o siete años para expandirse después de la muerte de Mahoma. No todos los musulmanes son árabes, pero casi todos los árabes sí son musulmanes. La mayor parte de los musulmanes provienen de otras partes del mundo, pero erróneamente creemos que son del mundo árabe. La mayor parte proviene de África, India, la baja Asia, Europa y Norteamericana. En las religiones como el judaísmo o el cristianismo sus seguidores pueden ser creyentes, fanáticos creyentes, laicos, o simplemente nominalmente religiosos, mientras que los musulmanes son en su inmensa mayoría fieles practicantes.

Jericó está construido en un oasis del desierto de Judea, muy cercano a lo que son los montes de Sodoma y Gomorra que se encuentran hacia el norte.

Llegamos al río Jordán en el lugar presumiblemente exacto donde fue bautizado Jesús, no sin antes ver garitas fronterizas, así como recintos, casas, búnkeres de tiro y negocios abandonados ya por 55 años. Son también, hasta el margen derecho del río Jordán, territorios ocupados por Israel que corresponden a Cisjordania. Se observan vallas y avisos de advertencia de posibilidad de minas antipersonas ya abandonadas y obsoletas.

(De este mismo viajero puede leer: De la montaña chibcha a la Costa Caribe en bicicleta)

En el lugar visitado del lado israelí no hay nada especial, excepto unas escaleras que conducen hasta el río Jordán, conmemorando el sitio presuntamente exacto del bautizo de Jesús por su primo Juan. Nuevamente vemos feligreses orando, rezando, cantando y renovando los votos de fe sobre su bautismo.

Desde allí vemos el lado jordano del río Jordán, en un ancho no mayor a 20 metros, en donde hacen énfasis al lugar como sitio sagrado islámico. El río Jordán se ve más turbio por la erosión y por el arrastre de arenas por los 250 km desde su nacimiento en el Mar de Galilea.

De pronto nos encontramos con Jesús Hasbún, nuestro guía ayer en Belén. Aprovechamos para tomarnos la foto con Jesús en el río Jordán.

El lugar es muy importante para las tres religiones, la judía, la cristiana y la islámica. El profeta Elías llega aquí y sube a los cielos en el carro de fuego mencionado de forma importante en el Corán. También llega a este lugar Josué con el ejército de Israel después de 40 años en el desierto base del comienzo de la religión Judía y por supuesto el bautizo de Jesús para el cristianismo. Así que es común ver feligreses de las tres religiones y uno que otro agnóstico. ¿Seré yo, maestro?

Salimos para visitar pocos kilómetros después el lugar donde encontraron los rollos del Mar Muerto, encontrados por casualidad en el siglo III dentro de unas vasijas por un pastor cuando está en busca de su oveja perdida. Los rollos de antes de la era cristiana son la prueba del Antiguo Testamento base de las religiones monoteístas. Lugar en donde se asentaron los esenios (seguidores de la luz). Recordar que Jesús era seguidor de los esenios. El lugar además es una prueba irrefutable del concepto del bautismo. El manejo y preponderancia que le dan al agua es señal inequívoca de su importancia y de esta como elemento purificador. Por lo tanto, no resulta extraño que Juan El Bautista haya sido de este lugar.

Los rollos no solo hacen entender el nacimiento del cristianismo, sino que revolucionan al judaísmo en cuanto a que definen que la forma de adorar a Dios no tenga que ser con grandes templos sino que incorporan al propio ser humano como el verdadero templo. Es así como se aleja del judaísmo rabínico que posteriormente se desarrollará. Recordemos que Jesús era judío, que para ellos es un profeta, y que aún esperan la llegada de su Mesías. De allí la forma como los entierran y por qué muchos ortodoxos judíos no aceptan al estado de Israel, aunque vivan de él, incluso algunos de ellos apoyan a Palestina. De paso vale la pena mencionar que el nombre de Jesús está escrito 33 veces en el Corán. Aunque el islamismo también se basa en el Pentateuco, los musulmanes no confían plenamente en ella debido a que, según ellos, la influencia de diversos escribanos en el texto la han corrompido, no así los textos del Corán, que le han sido dictados al profeta Mahoma directamente de Dios. De allí que solo pueda leerse en árabe. No existe pues ninguna traducción autorizada. Así que si se quiere ser musulmán, se debe empezar aprendiendo árabe; sorprende entonces al auge del islamismo en el mundo. También existen judíos mesiánicos que creen que Jesús es el elegido como Mesías pero no son cristianos.

Los rollos, datados desde el 272 AC hasta quizás el 66 AC, son 972 textos con varios otros manuscritos escritos en papiro que, aparte de los textos bíblicos, dan testimonio de la forma de comportamiento de los esenios.

El ambiente seco y árido del desierto de Judea, sin duda, ayudó en su conservación desde el momento de su escritura hasta el año 217 cuando fueron encontrados, identificados inmediatamente después por orígenes y resguardados debido a su importancia religiosa. Los originales están en el museo de Israel y creo que no hace mucho fueron digitalizados por Google en un convenio con el museo.

Nos dirigimos al baño en el Mar Muerto. No mucho que agregar sobre la densidad del agua que permite la flotabilidad. Es como si se tuviera un flotador incorporado en el abdomen. Su sabor, apenas untamos los labios. dado que no se puede tragar por la alta toxicidad, es en un principio salino para pasar luego a un sabor amargo y desagradable. En la playa se oyen muchas voces latinoamericanas, ecuatorianos, portorriqueños, argentinos y algunos estadounidenses. Quizás habrá unos 100 turistas, cuando lo usual son varios cientos. El barro dificulta el ingreso al mar, pero igual nos metimos, en un agua que parece nunca terminar de mojar, pero tampoco permite nunca terminar de secar.

Poco me ha gustado el mar y la arena, lo que sumado al barro hacen doblemente desagradable el contacto con el agua. No así Fabiola y Consuelo, que lo disfrutan en demasía. Prueba superada.

Las prestaciones del sitio son agradables en general, baños, duchas y vestidores cómodos, muy posiblemente por la baja afluencia turística. Nos esperan menos de 40 kms hasta Jerusalem.

El casnsancio empieza a notarse.

Entramos por la puerta de Damasco, que es la puerta más hermosa de entrada a Jerusalem. En la parte baja se encuentra la puerta original que data del siglo I por la que presumiblemente pasaba Jesús de camino a Jerusalem. La puerta por la que entramos data del siglo XVI, reconstruida por Solimán como recuerdo o como signo del Imperio Otomano. Curiosamente ya se encuentran soldados israelíes custodiando las zonas adyacentes a la entrada, toda vez que los desmanes, de alguno que otro extremista, suelen presentarse en este lugar

La entrada y sus calles nos permiten recorrer la zona musulmana de Jerusalem. El ambiente por lo tanto es diferente, las calles algo más angostas y por el momento recorremos parcialmente la vía dolorosa.

Llegamos al Muro de Los Lamentos, que no es otro que un vestigio del templo judío destruido. Es simplemente el muro occidental y su nombre es debido al ferviente rezo de los judíos; considerado el lugar más sagrado del judaísmo por su cercanía al templo destruido. Hacia este sitio apuntan los pies de todos los judíos enterrados en el mundo.

Se ven algunos hombres, judíos por supuesto, con sus filacterias, que no son más que un pequeño talismán en forma de cubo que se colocan en la cabeza y en el brazo izquierdo.

El muro puede ser visitado por hombres y mujeres, pero de manera separada: hacia el costado norte, mujeres; hacia el sur, los hombres, que debemos entrar con el Kipá y podemos recorrer la biblioteca que está constituida, además del muro, por estanterías con cientos de ejemplares del libro de la Torá. El libro es leído por todos los judíos del mundo, exactamente los mismos versículos en el mismo día. La oración, que hacen tres veces al día, debe hacerse de tal manera que al menos se reúnan diez creyentes. En el centro de la biblioteca se encuentra un mueble en madera con dimensiones cercanas a los cinco metros de largo por tres de alto, que contiene un ejemplar específico de la Torá. El papel con que se hace proviene del cuero animal y un ejemplar puede llegar a costar más de 20.000 dólares. Las dimensiones normales de un rollo son de 50 cms de alto por 13 metros de largo de tal suerte que pueda ser enrollado.

Luego entramos a la zona reconstruida, que se ha convertido en sitio sagrado, en donde se encontraba el templo. Del templo solo queda el muro y puede ser visto solo desde afuera. Detrás del muro estaba el templo, el cual fue destruido y sobre él construida la mezquita de Al-Alqsa, o mezquita lejana, cuya nave apunta a La Meca. Puesto que se vuelve un lugar sagrado por los musulmanes, las excavaciones arqueológicas bajo ese lugar son imposibles. Sin embargo, se pueden ver trabajos arqueológicos por fuera de la gran explanada, con los celos y el temor de los musulmanes sobre que en el algún momento afecten el suelo bajo el que está fundada la mezquita. El Domo de La Roca se encuentra algunos metros al occidente de la mezquita. Este domo actual es un regalo del Rey Hussein de Jordania durante su reinado. El domo está bañado en oro, por lo que su reluciente belleza salta a la vista y de alguna manera es un símbolo turístico de Jerusalem dado su impactante resplandor.

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El islamismo se remonta al año 630 DC en tiempos del profeta Mahoma. Con su muerte, el liderazgo es disputado entre su nieto (hijo de su hija) y su primo y a la vez yerno. Ahí nacen las dos grandes vertientes del islamismo, el 90 % de los musulmanes son sunitas y el restante son chiitas. Los sunitas (provenientes de la secta que sigue a su nieto) consideran que su gran líder puede ser alguien dotado de capacidades especiales humanas y espirituales, mientras que los chiitas sólo pueden aceptar a alguien que tenga total relación sanguínea con Mahoma. Los chiitas sólo están en Irán, Irak y algún otro lugar al sur del Líbano, de los que conocemos muy bien sus famosos ayatolas y, por supuesto, los grupos fundamentalistas islámicos, Hamas y el Estado Islámico.

Primera estación del Vía Crucis, o Vía Dolorosa. El viacrucis es una ruta lo más cercana posible por donde supuestamente recorrió Jesús su último camino, realizada en tiempos de los cruzados; en realidad no hay una evidencia muy clara sobre el sitio exacto y las cosas que realmente sucedieron con Jesús hacia su crucifixión. Incluso no hay una narración en los evangelios que así lo confirme. Así que el camino es conceptual y de alguna manera es un acuerdo entre cristianos ortodoxos y católicos que conmemora y recrea el recorrido de Jesús hacia el monte El Calvario, donde finalmente sería crucificado. Esta vez recorremos las estaciones I a VIII, teniendo en cuenta que las últimas ya las habíamos visitado dentro de la iglesia del Santo Sepulcro.

Seguimos en camino y nos encontramos con la casa de Austria, un lugar donde se toma un buen café vienés, sitio en el que tenemos que recordar que antes de la llegada del mandato de los británicos, en 1917, Jerusalem era dominada por los otomanos. El imperio Austro-Húngaro, como socio o aliado de los otomanos, al perder la gran guerra tiene que retirarse del lugar con la caída del imperio otomano. Empieza el mandato británico y establece su hegemonía en los lugares dominados por los otomanos. La vista desde la terraza es impresionante.

En nuestro recorrido podemos observar la Cruz de los hospitalarios. Cada extremo de la Cruz termina en dos puntas.

Teniendo en cuenta que el miércoles siguiete tenemos que salir de Israel vía Estambul --para Bogotá, en mi caso, y Fabiola y Consuelo hacia El Cairo-- debemos hacernos prueba PCR, obligatoria para ellas e incierta para mí, pero no está demás tenerla. Nos dirigimos a una farmacia en el Mall Mamilla hacia las 12 del mediodía, en donde descargamos un código QR para llenar un formulario que está principalmente en hebreo. Como todos los formularios, confuso y enredado ya que las pestañas principales están hebreo. Néstor me ayuda a llenarlo y, dentro de la confusión, Fabiola extravía el pasaporte.

Empieza la pesadilla. Yo me dirijo al apartamento para verificar que no lo haya dejado allí. Ellos buscan y preguntan en todos lados, revisan botes de basura, no aparece, y se dirigen a la estación de la Policía. Llego al apartamento, no hay nada, corroborando que no había sido un olvido. Fabiola está segura de haberlo extraviado mientras llenaba el formulario en el celular. Por fortuna está con nosotros Néstor. Rápidamente indagan y hay posibilidad que un agente de policía lo tenga. Pareciera ser el mismo. Nuestro alojamiento está muy cerca de la estación de Policía. Parece que lo que le dicen en la estación coincide con la descripción de la cartera extraviada. ¡No me imagino estar en un tour con el guía presionando por el tiempo, ni menos solos por nuestra cuenta! ¡Ni pensarlo! Algo que es un punto a favor de un guía personal y profesional.

No tenemos nada más que hacer que esperar. Con una calma extraordinaria Fabiola considera mejor ir a almorzar, y darle un tiempo para que aparezca el oficial que dice haberlo encontrado. Llamamos, mientras, al Consulado de Colombia en Tel Aviv para saber qué se hace en estos casos; escribimos al chat de la página: no contestan, marcamos al teléfono: no responden y son horas laborales. Qué desgracia tan infinita y qué desolación ser colombiano. Sin entrar en muchos detalles, los pasaportes latinoamericanos son apetecidos por los extremistas palestinos y más si tienen visa norteamericana.

Nuestro pensamiento es la pérdida de todos los viajes que nos esperan, el viaje de ellas a El Cairo, nuestro reencuentro en Turquía, luego a España, porque confiamos que mañana, llegando a la sede del consulado, al menos nos puedan dar un salvoconducto para el regreso. Ni pensar en que no haya nadie en el consulado o que al menos exista.

Almorzamos en Dolphin Yam, un excelente restaurante no muy lejos de la estación de Policía, que además está a menos de dos cuadras de nuestro alojamiento.

Regresamos a la estación, la confianza de Fabiola es total; llegamos a la garita de entrada y no hay aún noticias. De pronto entra un guarda con un bolso, la emoción y el corazón a mil, vemos abrirla; lentamente descubre el cierre de su maleta, extrae algo: es su almuerzo. Un frío recorre mi cuerpo y con él mi pulso que empieza a descender dando paso a un dolor de cabeza por la preocupación. Ya no es preocupación, es agonía. La fe de Fabiola no decae. Son las 3.40 pm, han pasado exactamente 3 horas y 30 minutos desde el extravío. Llega un agente motorizado, desacelera y nos ve fijamente a Consuelo y a mí que estamos unos metros antes del puesto de guarda en donde Fabiola y Néstor siguen indagando. La emoción y la adrenalina vuelven a presentarse como drogas inducidas. Se detiene después de la talanquera y cruza unas palabras con Néstor. Lentamente, como en una película de Hitchcok, abre su maletero y les pregunta sobre cómo es la cartera y qué hay en ella. Y…….¡¡sí, sí, sí es la cartera.!! No sé qué hicieron, no sé cómo lo encontraron, pero en menos de cuatro horas aparece el pasaporte. Especulando con algo de lógica, alguien encontró la cartera, se la entregó a un policía, y este simplemente cumplió con su función. La demora en la entrega simplemente obedecía que su turno terminaba a la hora que terminaba.

¿Recuerdan mi primera impresión sobre la seriedad de los oficiales cuando nos recibieron en el aeropuerto de Tel Aviv, en la que les comentaba que seguramente estaban haciendo su trabajo, recuerdan lo que dije sobre lo agradable que es no ver policías en las calles, que no hacen otra que intimidar y hostigar con su presencia en nuestro país? Pues bien, no se ven, no se sienten, no intimidan, pero cumplen con su función. Bien por ellos. Un mérito que me hace sostener que así debe ser la policía y se debe tener en cuenta que casi todos ellos son jóvenes que están cumpliendo con su obligación del servicio.

Fabiola, y de paso todos, recorrimos la Vía Dolorosa y El muro de los Lamentos dos veces en el mismo día.

A relajarse. Un vinito de celebración y a descansar, no sin antes caminar una vez más por la calle Yafo en donde vemos jóvenes judíos bailando, hombres todos ellos, danzando en una muy bien preparada coreografía; nos dan algo de alegría. Como siempre digo: la vida siempre da su compensación y en este caso al doble.

Shoah es la palabra adecuada en hebreo para lo que llamamos el Holocausto.

El complejo, que incluye el Museo del Holocausto, o Shoah, está ubicado en la montaña del recuerdo o monte Hertzl. Se aprecian muchos hospitales. La nueva Israel comienza desde 1860. Pasamos por el cementerio donde entierran a sus héroes y grandes figuras políticas. Antes de entrar se aprecia una escultura de Alexander Calder, inventor de las esculturas cinéticas móviles con las que decorábamos las habitaciones de los menores.

El museo fue Inaugurado en 1950 con una nueva construcción que data de 2005.

Entramos en el museo principal que está dentro de una estructura en forma triangular de unos 200 metros de largo, por el cual se recorren en forma de zig zag salas con diversos recordatorios del exterminio por parte de Hitler, iniciando en el año 1933, cuando asume el poder. Mi primera gran impresión es observar banderas con la cruz gamada. Nunca las había visto, salvo en fotos o en películas. La intensidad de sus colores es llamativa y en realidad impactantes. El museo lentamente va descendiendo y se ven salas con artículos de la época, testimonios y fotos de sobrevivientes. Llaman la atención unos ceniceros en los que se ve en relieve un cerdo comiéndose un judío, y por supuesto toda la propaganda antisemítica de la época. El exterminio sistemático, programado y preparado por Hitler es la más terrible acción cometida por el hombre sobre un pueblo que no ha cometido ningún acto en contra de una nación o de sus semejantes. Solo por el credo de una religión e incluso por la cercanía a ella.

El recorrido del museo está apenas iluminado por una pequeña luz cenital que proviene de lo alto del triángulo y llama la atención que solo está bien iluminada por donde el museo se cruza con el Sendero de los Justos. En la parte exterior al museo hay un camino sembrado con 25.000 árboles en honor a aquellos no judíos que arriesgaron su vida, honra y bienes protegiendo a los judíos; a mi memoria llega la historia del empresario alemán Oskar Schindler.

Volviendo al museo, continuamos descendiendo y a nuestros pies se ven centenares de libros recordando la quema de libros del nazismo. Inmediatamente recuerdo la frase “Pueblo que quema libros termina quemando seres humanos”, del poeta Heinrich Heine, y de paso a un tal Alejandro Ordóñez.

Cientos de nombres de diversas profesiones surgen de las paredes del museo, poetas, filósofos, músicos, matemáticos, todos ellos advirtiendo el riesgo que veían venir y otros tantos clamando al mundo la ignominia a la que estaban siendo sometidos sin que nadie les creyera o les importara.

El mundo le dio la espalda al pueblo judío. Incluso norteamericanos, australianos que no desean recoger inmigrantes, más después de la gran crisis económica que han sufrido pocos años atrás y de la que aún no se recuperan.

En honor a ellos transcribo algunos nombres para que quienes tengan algo de tiempo los recuerden, cosa que haré yo también:

Seguimos descendiendo lentamente por el museo, cuyo fondo es inevitablemente lo que los nazis llamarán la solución final, en el que se llegó a asesinar masivamente en sus cámaras de gas hasta 20.000 judíos por día. Nunca en la humanidad ni en la historia del hombre hubo una aniquilación sistemática y programada de tal modo que se intentara que no quedara vestigio ni prueba alguna. Es tan dramática la aniquilación que la mitad de la población con creencia judía, o de familia judía, así no fueran creyentes, fue aniquilada en seis años. Sólo en Polonia existían antes de la guerra 3.300.000 judíos, y solo sobrevivieron 300.000.

Hoy la población judía no pasa de 16 millones en el mundo.

Seguimos recorriendo y viendo las pruebas recogidas y los testimonios de los sobrevivientes, e impresiona una colección de zapatos desenterrados y de la ropa recogida en los campos de concentración. Así como es de impactante el colorido de la primera sala con el símbolo del Tercer Reich es igual de impactante por lo lúgubre y dantesca esta sala. La tristeza y la desazón nos embargan de inmediato.

No pasa inadvertida la imagen del papa Pío XII que, como Pilatos, se lava las manos con los sucesos que sabía estaban sucediendo. Como italiano que era, simplemente manifiesta que El Vaticano no se mete en asuntos políticos. Sin embargo, algunos historiadores no se ponen de acuerdo con la misión del cardenal Pacelli, ya que algunos afirman incluso que fue el salvador de cientos de miles de judíos. Igual está en proceso de canonización. El museo lo exhibe como un protagonista que calla. Pío XII no se encuentra en el Sendero de los Justos.

(Si Argentina es una opción, puede leer: Turismo en Argentina: imperdibles en cualquier época del año)

Aquí algunos otros nombres que surgen de las paredes:

Impactantes los listados de pasajeros exhibidos en murales de cinco metros. Corresponde a los transportes 52 y 53 de los trenes de la muerte.

Los nazis cuyos nombres no olvidarán jamás los judíos ni ningún hombre que habite esta tierra:

Adolf Eichmanm, Heinrich Himmler, Anton Vasek, Edmund Veesenmayer, Hanns Albin Rauter, Hans Frank, Theodor Dannecker, Joseph Goebbels

Surgen preguntas que debo investigar:

¿Por qué no fue bombardeado Auschwitz?

¿Cómo surge la resistencia en Varsovia?

¿Por qué después de acabada la guerra continuaron matando judíos?

Aparece la lista de Schindler con sus 1.200 nombres. Sorprende que ya en esta parte baja del museo se puedan observar filmaciones explicitas con una crudeza que eriza la piel.

Finalmente se inicia el ascenso hacia lo que es la vida. Aparece una obra en forma de cono invertido en la que se ven fotos de judíos fallecidos plenamente identificados reflejados en un pozo con agua que representan a aquellos que no lo pudieron ser. Rodea el recinto una biblioteca con los archivos de más de 3 millones de judíos con su correspondiente folder. Los espacios vacíos de la biblioteca representan a aquellos que no pudieron ser identificados con la esperanza de que alguna vez lo puedan ser. No será posible: familias enteras fueron exterminadas. ¡¡Y solo han pasado 77 años!! Es de nuestros tiempos.

Visitamos el Salón del Recuerdo que es un lugar donde se reúnen los jefes de estado para homenajear las víctimas del Shoah.

Su piso son pequeños mosaicos con 6 millones de piezas recordando las víctimas; en el centro aparece una losa en piedra cubriendo un gran ataúd donde reposan cenizas de las víctimas traídas desde los campos de concentración. A su lado se ve un fuego que representa la esperanza y la llama eterna de la vida que seguirá prendida mientras exista un judío en el mundo. Este salón cuenta con la más grande colección fílmica de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Incluyendo todo tipo de películas alrededor de los eventos de la Guerra. Muchas de ellas donadas por Steven Spielberg.

Dentro de los predios se encuentra el Memorial de los niños Yad Vashem

Transcribo las palabras del museo: “…excavado en una caverna subterránea, es un tributo al aproximadamente millón y medio de niños judíos que perecieron en el Holocausto. En su recorrido por el monumento, el visitante podrá escuchar, como trasfondo, los nombres de niños asesinados, sus edades y países de origen”.

La sala, casi en total oscuridad, está compuesta por una incontable cantidad de espejos que reflejan la luz producida por tres pequeñas velas dispuestas en su interior. Caminando lentamente y de manera continua efectivamente se escuchan los nombres de miles de niños, su edad y nacionalidad que perecieron en el Holocausto, los nombre son dados en una grabación continua en Hebreo, Inglés y Yiddish.

Estamos acabando nuestro viaje por Israel. Pasamos por las tres sedes del gobierno. En frente del legislativo y a pocos metros del ejecutivo centenares de manifestantes protestando por las nuevas medidas del gobierno en cuanto a las medidas del Green Pass (lo recuerdan del primer día de estas crónicas), la no obligatoriedad de la vacuna y la posible ley que le da poderes totales al primer ministro. Carpas y tiendas de campaña que sólo desmontarán una vez las deroguen o hundan los proyectos, beligerantes pero pacíficos.

Salimos pata el mercado de Jerusalem un espectáculo de sabores, colores y olores. Limpio, ordenado dan la muestra de la exuberancia de las costumbres y de la amalgama de la cultura, que particularmente, con ligeras excepciones, identifica a cualquier habitante del medio oriente, independiente del credo religioso.

Han sido 9 días en Israel. Hemos conocido, aprendido y recordado gran parte de nuestra historia cultural y religiosa. A Néstor solo nos queda agradecer su dedicación y felicitarlo por su conocimiento. No duden en contactarlo: Néstor Feller Guía Profesional en Israel. Paseos en Tierra Santa. +972 52-273-8256.

En el eeropuerto Ben Gurion tendré 16 horas que esperar y lo he detallado. Reafirmo lo dicho del aeropuerto, no es ni siquiera del tamaño de El Dorado. Por culpa de la caída del WiFi no pude adelantar mi vuelo para viajar anticipadamente a Estambul y poder viajar con Fabiola y Consuelo, al menos hasta Estambul, ya que ellas partirán hacia El Cairo. No pude pagar la diferencia de tarifa a tiempo por la falta de conexión oportuna. Aunque de paso me ahorré USD 600 y eso solo para modificar mi vuelo hasta Estambul. Dejo esa plática para ver si puedo hacer el upgrade en el vuelo de Estambul a Bogotá. Llegué a las 4.30 am ya que ellas salían a las 7.25 am. Mi vuelo de conexión Tel Aviv a Estambul está programado para las 9.00 pm. El de Estambul a Bogotá mañana 17 a las 8 am. Así que me estoy dando sillón. Terminé de leer el libro de Eduardo Zalamea Cuatro años a borde de mí mismo. ¡Que ironía! Son las 8.00 pm.

He estado entre frías salas de espera y abordaje. Entre muelles de acceso viendo pasar el mundo frente a mis ojos. Adustos viajeros que, como yo, con máscaras y oscuros trajes, como presencias tenues de un día interminable, me acompañan con sus silenciosos pasos.

Lánguidos trabajadores que, sin uniforme pero con los mismos trajes oscuros, lucen inconfundibles en sus callados y desolados mundos. No hay risas, la seriedad se confunde con el desierto que dejamos y que nos recuerda un pueblo tenaz y sufrido.

Tal y como vimos a la llegada al aeropuerto de Tel Aviv ya hace 10 días, se ven por los corredores gatos libres y a sus anchas. Uno que otro se puede ver en las zonas de pista adyacentes a las bandas de equipaje, uno que otro en los almacenes que aún están cerrados por la crisis de la pandemia. El aeropuerto no es la excepción, por todos lados en los que estuvimos se les puede ver.