El año escolar termina y comienzan las vacaciones de verano, es el momento de pasar tiempo en familia y relajarse. Ir a la playa es una buena forma de divertirse y desconectar de la vida diaria.

Para los más pequeños el verano se convierte en una aventura, es un placer ver como disfrutan del agua y la arena.

Un día en la playa puede ser agotador, pero si deseas tener un día tranquilo junto al mar y con los niños, te proponemos que organices una bolsa con lo imprescindible.

Un buen protector solar especial para niños, al menos de factor 50 y que sea resistente al agua.

Toallitas húmedas y pañales de baño (para los más pequeños). Si tu hijo todavía usa pañal, lo mejor es llevar uno reutilizable.

Gafas de sol para proteger nuestros ojos. La exposición a los rayos solares no solo es dañino para nuestra piel sino también para la vista. Utilizar el mayor tiempo posible unas gafas adecuadas es lo ideal.

Toallas infantiles. Llevar una de gran tamaño es lo más práctico, ya que, se convertirá en multiusos: cambiar pañales, jugar bajo la sombra o echarse una siesta.

Mucha agua. Hidratarse es algo importante tanto para adultos como para los chiquillos.

Sombrero o gorra. Es un imprescindible para poder ir a la playa. Si tiene cubrenucas y visera es un extra para proteger su delicada piel y evitar los rayos UV.

Sombrilla. Estas permitirán que puedan comer más tranquilos en la sombra, dormir y proteger el cuerpo de los rayos de sol.

Para comer puedes llevar algo fresco y sencillo: fruta, sándwiches y snacks saludables.

No te puedes olvidar de sus juguetes para la arena. Llevar manguitos, flotadores y un juego de rastrillos, palas y cubo, es casi obligatorio para que puedan disfrutar de un día perfecto.

No te olvides de meter en tu bolsa playera lo necesario para pasar una jornada espectacular. Disfruta el mejor verano en la playa con los tuyos y prepara el día para que sea tan genial en la realidad como en tu imaginación.