CIUDAD DE MÉXICO, 31 oct (Reuters) - Miles de mexicanos llenaron el domingo una de las principales avenidas de la Ciudad de México para ser parte de un animado desfile del Día de Muertos, disfrutando al máximo después de que la pandemia de coronavirus alcanzara el tradicional que celebré el año pasado.

La mayoría de los espectadores se alinearon en el emblemático Paseo de la Reforma con máscaras faciales mientras observaban las carrozas alegóricas mientras avanzaban lentamente. Muchos mexicanos lucieron con orgullo calaveras brillantes que se dibujaron en sus rostros para celebrar.

"Me encanta venir a ver esta tradición que los mexicanos no podemos perder de vista", dijo Leticia Galván, una funcionaria de 67 años que vestía un disfraz de esqueleto, un sombrero y tenía la mitad de la cara pintada con los colores que evocan. a la calavera tradicional de Catrina.

"Se burla de la muerte, celebramos la muerte", agregó.

Algunos niños pequeños se sentaron en los hombros de sus padres para ver la procesión de carrozas con bailarines vestidos con atuendos indígenas y tocados de plumas, reproducciones a escala de sitios emblemáticos de la Ciudad de México y figuras espectrales, conocidas como "alebrijes".

México ha registrado una de las cifras más altas del mundo de muertes por COVID-19, por lo que el año pasado las autoridades de la ciudad instaron a la población a quedarse en casa y ordenaron el cierre de los cementerios, que suelen estar llenos por la tradicional celebración del Día de la Muerte. Muerto el 1 y 2 de noviembre.

Pero con casi la mitad de la población vacunada contra la enfermedad y una reducción en el número de contagios, en las últimas semanas las autoridades permitieron en la populosa capital y en la mayoría de regiones del país eliminar las restricciones a los eventos públicos.

Sin embargo, muchos mexicanos todavía usan las máscaras cada vez que salen al aire libre y algunos espectadores se mantuvieron alejados del desfile.

"No esperaba ver a tanta gente", dijo Rebeca Brito, una enfermera de 22 años, que miraba desde atrás para evitar la multitud. "Después de todo el tiempo encerrados, ya quieren salir", agregó. (Reporte de Dave Graham, traducido por Lizbeth Díaz, editado por Miguel Ángel Gutiérrez)