La tradición se cumplió en San Pedro Huamelula y el jueves 30 de junio, el alcalde Víctor Hugo Sosa contrajo nupcias con un cocodrilo.

Es una costumbre ancestral del pueblo chontal cuyo inicio se pierde en el tiempo. Este matrimonio es un sello del hombre con la naturaleza, de la que esperan deje bendiciones.

En nuestra época, la celebración es de tipo religioso e involucra a toda la comunidad. Las mujeres lucen sus mejores trajes, que son típicos de la región del Istmo, con bordados de flores a mano sobre terciopelo y grandes ahogadores como adorno.

El ritual incluye la boda y el beso a la novia, uno de los momentos que causa mayor furor entre los asistentes. Aunque a esta novia, con el acuerdo general, se le amarra la boca, pues eso evita un accidente al momento de sellar la unión.

Los hombres portan sombreros con adornos y conviven en la ceremonia que se realiza año con año para pedir abundancia en la cosecha, en la lluvia y en la pesca.

Con información de Quadratin Oaxaca

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