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Asistentes a la visita guiada por la exposición escuchan las explicaciones de Marcos Álvarez. / ALBERTO SÁNCHEZ
La nieve en las montañas, el mar con sombrero de nubes, o un desierto de tres colores, son imágenes del planeta que no se pueden contemplar con los pies en la tierra. La exposición 'La fiesta del cielo' recoge 29 de ellas, sacadas a 430 kilómetros de altura, y las expone en la antigua Escuela de Comercio. La singularidad pasa porque las imágenes están tomadas por niños asturianos que participan en un programa educativo del Principado.
Este proyecto fue puesto en marcha por la primera mujer espacial de Estados Unidos, Sally Ride, con el nombre EarthKam y llegó a los colegios para permitir que cuatro veces al año, un grupo de niños de diferentes centros puedan dar la orden de disparar a una cámara de fotos colocada en la estación espacial internacional de la NASA. Cabe tener en cuenta que esta nave se mueve a 27.500 kilómetros por hora, así que la precisión en el disparo no permite errores.
La muestra plantea al espectador el reto de adivinar, con las pistas mínimas, a qué parte del mundo corresponde la fotografía y, al contrario de lo que pudiera parecer, a simple vista no es fácil reconocer la ciudad de Gijón o la costa de Nueva Zelanda.
También permite, con un código QR, saber toda la información que ofrece la fotografía, desde el lugar hasta la fecha donde fue tomada. «Quien la visita se da cuenta de que realmente no conocemos nuestro planeta desde el espacio», dijo Marcos Álvarez, responsable de talleres del espacio. Consciente de este desconocimiento, Alejandra Huarte acudió ayer de visita con su hijo, muy interesada en recrearse y contemplar imágenes espaciales. Esta visión «nos permite vernos desde fuera y comprobar lo pequeños que somos», dijo en la exposición.